El 29 de agosto se celebra el Día del Árbol, una fecha que invita a reflexionar sobre la importancia de los árboles en nuestro ecosistema y a promover su conservación .
En este marco, la Universidad Nacional de Chilecito, a través de la Secretaria de Ciencia y Tecnología y el Instituto de Ambiente de Montaña y Regiones Áridas (IAMRA) que llevan adelante diversas acciones para preservar a las plantas, especialmente las autóctonas.
A través de la Semana del Algarrobo, apunta a revalorizar el algarrobo, una especie nativa que juega un papel crucial en la biodiversidad y la cultura de la región. Otra de las actividades que realiza es el Día de la fascinación por las plantas que apunta a concienciar sobre la mejora de plantas y su defensa, la producción de alimentos, el cambio climático, la biodiversidad vegetal, la sostenibilidad, los productos renovables, y la educación en el mundo de las plantas o las experiencias artísticas. Esta actividad se realiza en forma simultánea en todo el mundo.
María Dolores Juri, docente investigadora de nuestra casa de altos estudios y responsable del área de Gestión Ambiental y Género de la UndeC, investiga la biodiversidad. Entrevistada, destaca el rol que cumplen los árboles en nuestro ecosistema: “Los árboles oxigenan el aire, protegen el suelo y reducen los efectos del calentamiento global, entre otras de sus numerosas y vitales funciones”.
Asimismo, remarca que: “El árbol no solo es importante porque es un ser vivo que forma parte de un ecosistema, sino que también es el refugio de otros seres vivos”. Sobre los árboles autóctonos de la región, sostiene que: “los algarrobos, tuscas, breas, que son arboles más chiquitos, pero también son árboles y debemos protegerlos”. Aseguro que: “tienen raíces pivotantes, es decir, va buscando el agua en el fondo, en los acuíferos subterráneos, son árboles que no te levantan las veredas, que no se te introducen en las cañerías”.
En cuanto a los beneficios que tienen nuestras plantas autóctonas, Juri asegura que: “no necesitan regarlos, curarlo de enfermedades porque el árbol se cuida solo, atrae mucha más biodiversidad y atrae muchas más aves nuestras”
Para finalizar, recomienda: “Cuidemos los árboles, pero sobre todo los autóctonos, porque el beneficio que le damos al medio ambiente es enorme”
Sobre la fecha
Autora | Dra. María Dolores Juri
Docente Investigadora
Universidad Nacional de Chilecito
El 29 de agosto es el día nacional del Árbol, fecha establecida desde 1901 que busca generar conciencia en la sociedad sobre la importancia de su cuidado y la lucha contra la tala indiscriminada.
La importancia de los árboles en la actualidad es innegable, podríamos escribir capítulos enteros de la función de los árboles en bosques, selvas, sabanas y hasta en los ambientes atropizados, o sea, los creados por el hombre como urbanizaciones y sistemas agrícolas.
Pero a pesar de reconocer el valor de los árboles, lo cierto es que aún resta que, en nuestro entorno más cercano, la ciudad, estemos dispuestos a tener árboles en veredas, fondos y jardines, los árboles son imprescindibles hasta que tocan nuestro terreno, momento en el que se convierten en una molestia que ensucia veredas, tapa canaletas o cañerías. Más allá de que estos problemas se solucionan seleccionando correctamente la especie para el sitio indicado, también es cierto que a la hora de pesar ventajas y desventajas son muchas más numerosas y fuertes las ventajas:
Dan sombra, amortiguan la lluvia, frenando la caída del agua para que deslice suavemente hasta el suelo, reducen la velocidad del viento y lo filtran al pasar a través de las copas reteniendo esporas y polen, además de los polvos, cenizas, humos y demás impurezas.
Abaten el ruido, absorben el dióxido de carbono, revaloran la propiedad residencial y ahorran energía eléctrica refrescando el aire cálido al cruzar su copa, sombreando paredes, patios, techos y ventanas y si el clima es frío, las frondas llenas de aire generan una capa térmica alrededor de las construcciones aumentando algunos grados y minimizando así los impactos de la urbanización.
Aunque resulte difícil de cuantificar, tiene beneficios sobre la salud humana, algunos evidentes como la disminución de las enfermedades respiratorias, por mejoras en la calidad del aire y otros menos evidente, como reducción del estrés, mejora en la salud mental y física y, el aumento de la productividad del trabajador, al contribuir con un ambiente estéticamente placentero y relajante.
Ahora bien ¿es lo mismo cualquier especie de árbol?, pues no y ¿hay árboles que brinden mayores ventajas que otros? ¿existe la mejor especie para poner en mi casa o campo? La respuesta a estas dos últimas preguntas es SI. La mejor especie de árbol que puedo poner en mi casa, campo o dejar crecer en los ambientes naturales es la propia de cada región, la especie nativa, la que llamamos también autóctona.
Además de los beneficios antes enumerados, el empleo de estas especies es el que requiere menores inversiones porque es fácil encontrar en el área semillas y renovales (plantas juveniles). Por sus características adaptativas no requieren de cuidados especiales, salvo de un mínimo de protección en sus estadios juveniles. Están naturalmente adaptadas a la escasez hídrica de los ambientes desérticos, no necesitando un aporte extra de agua por parte de la población u organismo encargado.
Los requerimientos de fertilizantes y cuidados son mínimos en comparación con cualquier otra especie vegetal introducida Garantizando una buena supervivencia y estado fisonómico, contrario a lo que se observa en el arbolado urbano, donde predominan especies exóticas, no solo en nuestra provincia, si no en la mayoría de las ciudades de nuestro país.
Otra característica favorable de las especies nativas es su sistema de raíces profundas (dos a cinco veces la altura superficial de la planta), el cual cumple la función de abastecer de agua al árbol directamente desde la napa, además de anclarla fuertemente al terreno no tiende a meterse en cañerías.
Contamos con especies emblemáticas de nuestros pueblos originarios y de los primeros criollos, cómo los algarrobos, y desde el punto de vista paisajístico su aspecto es acorde al entorno natural, lo que haría a la ciudad más atractiva aportando al desarrollo turístico.
Nuestros árboles nativos atraen biodiversidad autóctona, lo cual es bueno para la apicultura, el turismo y generar conciencia de su existencia, si pretendemos que la sociedad se involucre en el cuidado de nuestros ambientes naturales debemos lograr antes que los conozca y atraer biodiversidad autóctona a la ciudad contribuiría a esto, conservar nuestros árboles en la ciudad nos ayudará a conservarlo en su ambiente natural.
Se puede conservar en los ambientes urbanos y agrícolas, podemos “meter” nuestro monte en el campo y en la ciudad, empezando por nuestros árboles, y de esta manera aprovechar sus beneficios, recuperar nuestra identidad y lograr un verdadero desarrollo que no comprometa el de generaciones futuras.